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Tres ideas para redescubrir el matrimonio en tiempos de confinamiento prolongado... o después

28 de abril de 2020
Tres ideas para redescubrir el matrimonio en tiempos de confinamiento prolongado... o después

John Cuddeback lleva tantos años casado (un cuarto de siglo) como siendo profesor de Filosofía. Católico y padre de seis hijos, desde su blog Life Craft ofrece consejos…

 

Algo de ambas cosas hay en uno de sus últimos posts, en los que propone tres ideas para redescubrir el matrimonio en este periodo de confinamiento obligado por la pandemia, pero que por supuesto valían antes y valdrán después.

Es muy realista: “A menudo, el matrimonio consiste en el ejercicio de reconocer un don en lo que no parecer serlo”. Y aunque "compartir un hogar es una bendición esencial y definitoria del matrimonio”, eso no impide que “pasar en casa una cantidad de tiempo imprevista por una cuarentena sea muy difícil”. Se dirige sobre todo a los maridos -porque ellos son los destinatarios habituales de su blog-, pero las cosas que propone valen también para las esposas.

Filósofo de profesión, Cuddeback acude a fuentes no habituales en estas cuestiones. Y así, pone como ejemplo la forma resolutiva y adaptada a las circunstancias con las que Alejandro Magno o Julio César, según  reflejan las Vidas paralelas de Plutarco, tomaban decisiones en el campo de batalla asumiendo su responsabilidad en la consecución de los objetivos. Sabían "aprovechar la oportunidad", algo que debe hacer siempre un padre de familia: "¿Qué oportunidades se me presentan a mí ahora?", nos invita a preguntarnos.

También acude a Jenofonte, cuyo Económico es el tratado más completo sobre la vida matrimonial que nos dejó la Grecia clasica, escrito además por un gran general que entiende el arte doméstico sobre el modelo del arte político o militar, en la medida en que se trata de gobernar a otros. Jenofonte subraya la responsabilidad del esposo en convertir a su mujer en su colaboradora en el hogar, para lo cual debe, por encima de todo, serle fiel.

Cuddeback interpreta a Jenofonte explicitando "dos principios de la vida matrimonial. Primero: lo que nos corresponde como pareja es crear juntos un hogar. Juntos debemos ser los artesanos de nuestra vida, responsables de esta pequeña comunidad, empezando por nuestra propia relación. Segundo: tendremos que aprender a ver el plan natural de Dios para ese proyecto sencillo pero ¡ay! tan arduo y a veces tan fastidioso".

Todo lo cual significa “hacer todo lo posible para sacar adelante nuestras respectivas responsabilidades". Ahora bien, "parte del desafío consiste en que las responsabilidades son diferentes, así que no podemos limitarnos a mirar lo que hace el otro para repetirlo". Hay que tomar la iniciativa.

"Como hombre", explica Cuddeback, "me corresponde especialmente reconocer que debo poner en marcha algunas cosas en mi hogar y en mi matrimonio”. En ese espíritu, “he aquí tres cosas que un hombre podría decidirse a hacer hoy, según responde un buen general ante la realidad que tiene delante".

"Si son demasiado básicas u obvias, me disculpo por anticipado", dice.

1. Hacer algo que facilite la vida de mi esposa.

Se trata de cosas sencillas que puedan hacerse hoy mismo, ya mismo. Habremos, sí, de dar otros pasos, pero por su mayor importancia tendrán "el peligro de ser, o de parecer que son, algo para hacernos sentir bien con nosotros mismos o para ganar puntos". Sin embargo, "hacer cosas pequeñas y más discretas es una forma magnífica de poner en práctica y fortalecer mi resolución de amar mejor". Los ejemplos son obvios: limpiar el baño, tender la ropa, hacer la compra o a llevar o recoger a los niños: “La clave es hacerlo sinceramente y sin fanfarria", antes de pasar "a asuntos de mayor entidad, como tomar la iniciativa ante algún problema que tengamos -o que tenga mi mujer- con un hijo, o con algún familiar o amigo”.

2. Mostrar lo mucho que aprecio lo que hace mi mujer.

"Hay que hacerlo con sinceridad, sencillez y discreción", insiste John: "No se trata de una actuación en la que nos contemplamos a nosotros mismos y luego nos felicitamos con una palmadita en la espalda. Debemos intentar hacerlo y sentirlo como queremos que sea: un aprecio sincero". Desde un "Soy consciente de que siempre haces esto por mí. ¡Gracias!” a un “Me encanta tu actitud positiva”, pasando por un “Eres genial haciendo esto”, un “Me gusta cómo le hablas a los niños” o un “Gracias por hacer esto todos los días, sé que es duro para ti”.

3. Preguntarle a mi esposa cómo puedo ser mejor marido.

"Esto  hay que hacerlo bien", avisa Cuddebak, "pero no es muy complicado". En primer lugar, “tengo que estar convencido de ello, reconocer que tengo que aprender de ella sobre mis defectos, y que estoy realmente dispuesto a escuchar”. Así que cuando se vuelva extrañada y me diga “¿Qué pasa? ¿Has estado leyendo algún blog sobre cómo ser mejor marido?” tendré que "poder mirarle a los ojos y dejar claro que voy en serio".

* * *

La buena noticia de estas tres ideas es que depende de uno mismo "intentarlo y estar convencido de lo que hago".

Queda por abordar una objeción: "¿Y por qué no hace ella lo mismo por mí?"

"Lo cierto es que tal vez lo está haciendo y yo no me doy cuenta" responde John, pero, "en última instancia, yo debo estar dispuesto a amarla primero. ¿No lo hice cuando le pedí que se casara conmigo? Mi amor por ella no es una respuesta a lo que ella hace por mí, o a lo que me hace sentir. Es lo que yo quiero darle a ella. Eso es ser un hombre en el matrimonio.  ¡Y  puedo volver a empezar hoy mismo!"

Estas semanas de confinamiento que ha obligado a millones de familias a tener que permanecer en sus hogares ha supuesto para muchos también la oportunidad de descubrir o profundizar en películas católicas o de valores, y además haciéndolo en familia.

De este hecho da fe Famiplay, una plataforma online que promueve la cultura católica y la ofrece a través de contenidos audiovisuales, reuniendo decenas de películas, documentales y contenido infantil. En estas semanas se ha disparado el número de abonados y un importante crecimiento del consumo de estos contenidos, multiplicando por cuatro el tiempo que los usuarios dedican a ver este tipo de producciones.

Además de la posibilidad de hacer planes familiares poniendo la fe en medio, Rubén Ortega, responsable de Famiplay cuenta a Religión en Libertad que además este tipo de contenidos “es un buen consuelo en estos tiempo tan confusos porque transmite esperanza y elmirar más allá. Además nos pone como ejemplo a grandes santos o historias inspiradoras para superar nuestras dificultades”.

Sobre el cine católico en tiempos de pandemia, los valores que transmite en este momento tan excepcional, lo que puede aportar a la sociedad y los problemas a los que se enfrenta, como es el caso de la piratería, hablamos con Rubén Ortega en esta entrevista:

- ¿Qué tal está funcionando el cine católico y el resto de producciones relacionadas con la fe en este tiempo de confinamiento?

- La verdad es que el tiempo de confinamiento está siendo muy bueno para Famiplay. Gracias a que estamos todos en casa y tenemos quizás algo más de tiempo libre se han disparado los usuarios de Famiplay. Y no solo hay mucha gente que ha descubierto la plataforma, sino que están descubriendo mucho cine con valores al que antes no tenían acceso con tanta facilidad. Hemos notado un gran incremento en el consumo de contenidos, multiplicando por cuatro el tiempo que dedican los usuarios a ver los contenidos que ofrecemos, ¡hablamos de miles de horas! Sobre el tipo de contenido, está claro que lo que más interesa es el cine católico, y en eso somos únicos. La única plataforma que ofrecemos cine católico de forma legal en español.

famiplay

- ¿Qué está siendo lo más visto estas semanas en vuestra plataforma?

- En estos casi dos meses de cuarentena que llevamos han variado los títulos más vistos.  Se notan mucho los últimos estrenos, como GarabandalHistorias del Rosario o Red de Libertad, pero también tienen mucho tirón clásicos como Padre Pío, entre el cielo y la tierra, o documentales como La canción de nuestra vida o Fátima, el último misterio. También están gustando películas extranjeras que han triunfado antes en cartelera como El caso de Cristo", Dos coronas o La canción de mi padre.

- ¿Crees que tanto sufrimiento e incertidumbre propicia esta mayor demanda de contenido rico en valores?

- Como decía antes, estamos notando un gran aumento de usuarios, hay mucho interés por estos contenidos con valores en España y en otros países, como Colombia o México, en los que los usuarios se han multiplicado casi al doble en estas semanas. Creo que este cine es un buen consuelo en estos tiempo tan confusos porque transmite esperanza y mirar más allá. Además nos pone como ejemplo a grandes santos o historias inspiradoras para superar nuestras dificultades.

- Famiplay ofrece películas, pero ¿puede ser un lugar de entretenimiento para los niños y un aula para los adultos?

- En Famiplay hay dos palabras que nos gustan mucho: entretenimiento y formación. Tenemos muchas películas y dibujos para entretener a mayores y pequeños, pero también mucho contenido de formación para todos. Por ejemplo esta semana hemos estrenado una serie documental que puede ver toda la familia, desde los peques a partir de 10 años o así hasta los abuelos. Esta serie se llama "Breve Historia de la Salvación" que es un repaso a la Salvación en vídeos de 5 minutos, ideal para hacer un repaso a qué es la Biblia, el Antiguo y Nuevo Testamento... en definitiva cómo Dios se ha hecho presente a lo largo de la Historia para que los hombres lo conozcamos. También tenemos una serie de dibujos que gusta mucho a los pequeños: Hermano Zeferino, que con sus canciones y juegos les entretiene a la vez que aprenden aspectos fundamentales de la doctrina católica. Con todas estas cosas, podemos decir que sirve tanto de sala de juego para niños, aula para adultos y, sobre todo, ¡entretenimiento en familia!

- ¿Qué más crees que pueden ofrecer plataformas como la vuestra en este momento excepcional de la historia?

- Una de las cosas diferenciales que creemos que puede aportar Famiplay en estos tiempos es la experiencia de ver buen cine en familia. En esta sociedad tan individualista, que cada uno ve la televisión en su móvil, tableta... la propuesta de Famiplay es juntarse toda la familia en el salón y disfrutar juntos de la misma película con posibilidad de comentarla después, con ayuda de las guías didácticas que proponemos para muchas de las películas. Hay muy buenas películas o documentales que si las ves con la familia y después se intercambian opiniones son mucho más enriquecedoras que si se ven en solitario.

- Por otro lado, desde hace semanas están circulando a través de las redes sociales numerosos enlaces “piratas” a películas católicas creyendo que está haciendo algo bueno. ¿Qué consecuencias puede tener esto en el futuro y cómo puede afectar a la producción de estos contenidos?

- Hay gente que hace esto con muy buenas intenciones, con la idea de dar a conocer grandes historias inspiradoras de pueden hacer mucho bien a las almas, pero hay que recordar que detrás de esas películas hay unos productores que han invertido, en la mayoría de los casos, su propio dinero para sacar adelante los proyectos.

Es de justicia ayudarles a recuperar la inversión porque no se van a enriquecer, sino que lo que ganen lo van a invertir en nuevos proyectos. Esta es una de las bases de Famiplayapoyar a todos esos pequeños productores católicos a que sigan adelante, que inicien nuevos proyectos, que cuenten grandes historias que nos ayuden a todos. Esto solo es posible si nos comprometemos todos a consumir esas películas de forma legal.

Famiplay es una buena forma de acceder a esas historias de forma legal y por un precio muy bajo, aunque también hay otras formas, como el alquiler de las películas en otras plataformas, la compra del DVD... En el fondo lo importante es ayudar a los productores, porque las instituciones públicas no ayudan al cine católico, el único sustento es lo que podamos pagar los católicos. Pequeños gestos como pagar 4,99€ al mes a través de Famiplay puede suponer la supervivencia de muchos productores y que salgan adelante muchos proyectos en todo el mundo.

- Como experto en producciones audiovisuales de carácter católico, ¿cómo ves la industria en este momento?

- Como productor de películas y documentales católicos y con valores creo que la industria audiovisual se presenta a un momento complicado, porque todo indica que viene una gran crisis y la cultura siempre es la que más sufre, pero a la vez veo luces de esperanza. Cada vez hay más público interesado en las producciones con valores, los cines se animan a programar en cartelera estas películas y aparecen iniciativas como Famiplay que proponemos acceso legal a todo ese contenido a un bajo precio.

Esta crisis también es una oportunidad para que los productores y distribuidores que nos dedicamos al cine católico nos acerquemos al público por otros medios, como los estrenos digitales mientras las salas de cine están cerradas y poner a disposición del público las películas lo antes posible. Hay ocasiones o circunstancias familiares que hacen difícil acudir al cine y tenemos que buscar alternativas para hacer llegar estas historias inspiradoras al mayor número de personas. Muchas veces pienso cómo una familia numerosa, que le cuesta llegar a final de mes, puede plantearse pagar 7-8€ por cada entrada de cine para todos los miembros de la familia. Sin embargo en Famiplay por la mitad pueden tener acceso a muchas más películas. Con esto no digo que no se vaya al cine, sino que es una alternativa para cuando no se puede asistir a las salas.

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