Obispos de Colombia piden a las autoridades fortalecer medidas de protección a comunidades
Frente a los últimos acontecimientos de las masacres perpetradas en los municipios de Buenos Aires (Cauca), en Mosquera y El Charco (Nariño), la Conferencia Episcopal de Colombia, rechaza estos hechos violentos manifestando su cercanía a los familiares de las víctimas fallecidas y pide por la pronta recuperación de los heridos.
En el comunicado firmado por monseñor Óscar Urbina Ortega arzobispo de Villavicencio y presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Ricardo Tobón Restrepo arzobispo de Medellín y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero Obispo auxiliar de Medellín y secretario general de la Conferencia Episcopal, en nombre de todos los obispos de Colombia, reafirman que la vida humana es sagrada y que atentar contra ella es un crimen gravísimo, en contra de las personas y de las comunidades.
Así mismo, piden a las autoridades competentes que fortalezcan las medidas de protección para las comunidades afectadas y avancen con diligencia en las correspondientes investigaciones y judicializaciones de los responsables de las masacres. También, invitan al pueblo colombiano a asumir el compromiso para defender la vida. Es un trabajo conjunto con las entidades gubernamentales, las instituciones públicas y privadas, la sociedad civil y las familias.
Para terminar, hacen el llamado a las comunidades católicas a perseverar en la oración por la paz, así como a continuar promoviendo acciones que lleven a la reconciliación y a la defensa de la vida como derecho primario y fundamental de todas las personas.
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