“La medicina de Dios es su Misericordia”

Al finalizar la Eucaristía, el padre Germán Medina agradeció al Coro de la Catedral y al Batallón de Guardia Presidencial por la solemnidad que le dieron con la música a la Misa. También invitó a los fieles que participaron de la celebración eucarística a ir en procesión hacia la capilla del Corazón de Jesús, donde renovaron su consagración, escuchar audio:

A continuación algunos comentarios de su homilía:

“Siempre me ha impresionado ver como las personas se pueden enfermar por falta de amor o por desamor”, el padre Germán Medina se refirió al iniciar su predicación sobre las enfermedades del alma, “una vez un médico me dijo padre la gente está enferma por falta de amor y desamor” así mismo expresó que al no reconocerse amadas no le encuentran sentido a la vida, se vuelven agresivas, incapaces de amar…como también ha visto personas que carecen de bienes y saben amar, tienen en su corazón alegría y esperanza.

“Hay otras personas que poseen bienes pero no son amadas o no saben amar…se hunden en la soledad y desesperanza, existen personas que no saben amar y al no saberse amadas se dejan llevar por el resentimiento, el odio y la venganza”, por lo que también comentó que las desigualdades que hay en nuestra sociedad afectan generalmente a las personas, más aún cuando prescinden de Dios.

En su homilía, resaltó el mensaje del papa Francisco de salir al encuentro de las personas heridas principalmente en sus periferias existenciales:

“La Iglesia, estamos llamados como Hospital de Campo como dice el Papa para auxiliar a tantos heridos que se encuentran en el camino, a la manera del buen samaritano Jesús”.

“La Palabra de Dios nos dice que cuando el pueblo abandona a Dios Padre, termina esclavizado, sin embargo el pueblo sigue siendo el hijo amado que conmueve las entrañas de su Padre, Dios no es capaz de abandonar a su pueblo, en lo más íntimo de Él, guarda la esperanza del retorno de su Hijo para acogerlo de nuevo”.

El padre Germán, se refirió al amor misericordioso de Dios: “es tanto el amor de Dios que con cuerdas de amor lo atrae de nuevo, como es de importante comprender y experimentar que solo Dios salva, que Él tiene el poder de sanar….el Señor con su medicina nos cura, la medicina de Dios es su Misericordia y Jesús es el rostro de la Misericordia del Padre”.  Así mismo, a vivir la fraternidad:

“Solo la experiencia del amor de Cristo puede sanar al hombre porque su amor revela el amor de Dios, de ahí la importancia de anunciar la riqueza de Cristo, un solo cuerpo, en Cristo estamos llamados a dialogar con todos, promoviendo la igualdad y la solidaridad”.

Explicó la importancia para nuestra salud emocional, espiritual y física, de hacer memoria del amor que Dios nos tiene,  “la muerte de Jesús en la cruz es la mayor prueba de su amor... llevado al extremo de dar la vida por todos, el amor de Dios se muestra en la ofrenda de Jesús, el pagó con su vida nuestro rescate, el murió entregando su espíritu...Jesús tiene sed de entregar su Espíritu, donarlo para que seamos conducidos por Él y tengamos la vida que el posee”.

Y ¿qué significa consagrarse al Corazón de Jesús?:

“La consagración significa que hemos conocido el amor que Él nos tiene y hemos creído en Él, que hemos experimentado su amor y que su amor nos ha transformado y hecho capaces de amar como Él nos ama…Nos ha hecho experimentar su misericordia y nos ha preparado para ser misericordiosos”.

También comentó sobre La Congregación del Sagrado Corazón de Jesús, que promueve la pedagogía del Amor de Dios, “aprendamos amar por la experiencia del amor misericordioso: Uno que ama no daña a su prójimo”.  

Finalmente, invitó a vivir las Obras de Misericordia como un programa concreto de vida, las cuales se entregaron a los fieles en un folleto titulado “Custodia el Corazón” que el papa Francisco publicó en febrero de este año.

A continuación escuche la entrevista sobre esta Fiesta del Sagrado Corazón y la homilía completa: