Jesús es pastor y es puerta

La figura del pastor era muy familiar a la tradición del pueblo de Israel. Moisés, Saúl, David habían sido pastores. Al pueblo le agradaba imaginar a Dios como un pastor que cuida a su pueblo, lo alimenta y lo defiende.

Jesús nunca actuó como alguien que dirigía, que gobernaba, y menos que oprimía. Lo suyo fue siempre curar, dar vida, perdonar. Lo que Él hizo fue “entregarse”, dando su vida en la cruz por sus ovejas.

Yo soy el Buen Pastor. Yo soy la puerta verdadera. Dos alegorías con las que Jesús se identifica y se manifiesta. Dos comparaciones simbólicas que nos permiten ganar mucho terreno en su conocimiento como Pastor y Puerta.

Jesús conoce a los suyos, los defiende de los peligros, da la vida por todos, reúne en la unidad a los que están dispersos. Por eso Jesús es la única alternativa de vida, de libertad; alguien que alimenta en cada uno de nosotros una esperanza indestructible cuando la vida parece apagarse para siempre. Solo desde Él los colombianos aprendemos cuál es la manera más humana de vivir.

La fe en Jesús es fuente de vida, de vida sana y abundante. Jesús es alguien que hace vivir; alguien que da fuerzas para comenzar siempre de nuevo. “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”. Jesús me llama por mi nombre, me acompaña, me cuida y protege, nunca me abandona, nunca me olvida, no me deja solo, me respeta y me ama, da la vida por mí.

Vivir una relación pobre, superficial, lejana con Jesús, confesarlo solo en un contexto puramente doctrinal, no sentirlo en la intimidad de nuestra conciencia, ni en nuestro diario vivir, querrá decir que hemos avanzado muy poco en el conocimiento de Jesús que es Pastor y Puerta.

Que la celebración de la Eucaristía de este domingo sea momento y razón para que, proclamemos con alegría, y todos los días, que el Señor Jesús es el pastor de nuestras familias y que nada nos falta, tal como lo dice el Salmo 22.

Y no olvidemos que Él tiene otras ovejas que “no son del redil y a ellas las tiene que atraer para que escuchen su voz”. El cuenta con nuestro testimonio de vida para que esos otros compatriotas que no son del redil, descubran a Jesús que es Pastor y Puerta, y también ellos tengan vida.

Padre Carlos Marín G..