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Parroquia San Carlos de Foucauld, tierra de misión 

19 de abril de 2024
Parroquia San Carlos de Foucauld, tierra de misión

Con una historia de fe, que se ha venido cultivando desde hace más de dos décadas, inicialmente con el apoyo de las comunidades religiosas y, posteriormente, con la presencia de la iglesia arquidiocesana, la comunidad asentada en el sector Bella Flor, localidad Ciudad Bolívar, sueña ahora con la consolidación de su templo parroquial, una obra de fe y esperanza.

La parroquia se encuentra en la primera fase de construcción de su templo, que incluye cimientos y muros de contención, explicó el padre Paulo Andrés González Londoño, administrador parroquial, agregando que “es un trabajo por realizar grande, pero vemos que hay esperanza. Y si Dios nos llama a estar aquí es para hacer el bien y reconstruir la vida, desde lo más profundo de su ser con el anuncio del Evangelio y toda la parte social que podamos, en beneficio de las familias”.

  

“Estamos en la primera fase, que implica hacer un primer piso; hacer un muro de contención; adelantar la estructura perimetral de ese primer piso, que va a funcionar como capilla en una primera instancia. Posteriormente, en unos tres o cuatro meses, esperamos contar con el techo, con la placa de ese primer piso, que será la proyección ya inicial de la placa final que será la parroquia, que albergará unas 200 personas, sacándole el máximo provecho a este espacio”.

Sobre el impacto de esta obra indico que este “es un lugar que necesita un impulso en la evangelización… Una evangelización nueva, que llegue a las casas, que llegue a las familias, que llegue a juventud herida por muchas problemáticas familiares, sociales; que llegue a la niñez”, a toda la comunidad que va en crecimiento en esta zona de la capital colombiana, afirmó.

 

El nuevo templo acompañaría pastoralmente a los cuatro sectores del barrio Bella Flor; a los barrios nuevos que están creciendo en conexión con la vereda Quiba; al barrio Tierra Nueva, que está a unos 10 – 15 minutos caminando; y a los barrios en proyección: El Triángulo, Pedregal, y aledaños.

“En este momento la parroquia puede tener unos 5 mil habitantes en la parte antigua, pero proyectándonos a los barrios nuevos, alcanzaría una población adicional de entre 2 mil y 3 mil habitantes”, con tendencia a aumentar, dado el continuo crecimiento de la zona.

Un impulso misionero

Conforme va avanzando el desafío de la construcción del templo, el trabajo pastoral y evangelizador no cesa, ha señalado el padre Paulo, quien precisó que con el apoyo del EPEM (Equipo Parroquial de Evangelización Misionera) y de los animadores de evangelización, que se han ido sumando a esta misión de llevar la Buena Nueva, se ha empezado un trabajo de sectorización de la parroquia; y se proyecta una misión de cinco encuentros por sectores, en los que con la predicación, con la Palabra, y con la formación cristiana, se ayude a las personas a “redescubrir su fe, a vivirla, asimilarla y a comprenderla… Esto les va a servir también para dignificar su vida y para hacer el bien donde viven, este espacio, en este barrio”.

 

Una obra que necesita del apoyo de todos

El padre Paulo, agradece a la comunidad y benefactores que han brindado su ayuda a esta obra de esperanza y fe, recordando que es un camino largo en el que cada gesto solidario significa un paso más para el logro de contar con un lugar digno para la celebración de la sagrada eucaristía, el encuentro y la comunión de los habitantes de esta zona.

“Sabemos que la ayuda de las personas de buena voluntad, de sacerdotes, de parroquias va a ser importantísima. Todos pueden poner su granito de arena. Se trata de que, junto con la comunidad y con los aportes de las personas que deseen ayudarnos, alcancemos esta meta y este sueño de tener una parroquia digna para esta población. Centro de evangelización, centro misionero, y también fuente de esperanza”.

 

Un poco de historia sobre la consolidación de esta comunidad parroquial:

En el barrio Bella Flor, desde los años 90 se comenzó a celebrar la eucaristía en descampado con los feligreses que empezaban a poblar este barrio naciente. Venían padres salesianos y posteriormente, también, los padres sacramentinos.

Por esa misma época el territorio fue adjudicado a la parroquia Santo Domingo de Guzmán del barrio Vista Hermosa, y en el año 1997 el cardenal Pedro Rubiano hizo la bendición de la primera piedra, que era una roca traída de las canteras del sector y que actualmente es la base del altar de la parroquia.

 

Con ayuda de un padre salesiano se levantó en el año 1998 la capilla hecha en tablas de madera.

 

Hacia los años 1999 y 2000 los padres sacramentinos realizaron una misión en el sector y ayudaron a construir el ‘Centro de pastoral social San Pedro Julián Eymard´, desde el que se realizaron varias obras de caridad: comedor comunitario, entrega de mercados y compra y entrega de casas a familias necesitadas. Por eso hoy en día el centro de pastoral social es conocido entre la gente como "la pastoral".

En el barrio hizo presencia también el padre Alfonso Garavito fundando una pequeña escuela para dar educación básica de primaria a los niños del sector. La escuela, llamada María Auxiliadora, estuvo funcionando desde el año 1996 hasta el año 2008. Una vez fallecido el padre Alfonso Garavito quedó a cargo de la escuela la Fundación Monseñor Alfonso Garavito que él mismo había constituido con feligreses de las parroquias donde estuvo sus últimos años, especialmente del barrio Gustavo Restrepo. Con la construcción del colegio distrital la escuela dejó de funcionar y en el año 2019 le fueron donados esos predios a la parroquia para empezar a funcionar como centro pastoral. Obra que se espera poder retomar una vez se cuente con el templo.

 

En los primeros años de la década del 2000, siendo párroco de Santo Domingo de Guzmán, el padre español Manuel Carlos Martínez Ibáñez (Manolo) adquirió unos lotes junto al parque de Bella Flor y puso a funcionar una 'olla comunitaria' donde se preparaba comida para personas de la tercera edad y para familias necesitadas.

Desde diciembre del año 2005 el sector y la capilla, llamada entonces Virgen de la Medalla Milagrosa, quedaron a cargo de la naciente parroquia San Pedro Julián Eymard ubicada en el barrio El Paraíso para ofrecer una atención más cercana a los fieles.

 

Con el decreto 1050 del 14 de diciembre de 2016, el cardenal Rubén Salazar constituyó como parroquia este templo. El primer párroco fue el padre Luis Fernando Parra Zapata y junto a él fue asignado el padre italiano Luca Manni como vicario parroquial a quien se le encomendó todo el cuidado pastoral de la nueva parroquia.

 

El cardenal Luis José Rueda Aparicio, bajo el decreto 477 del 21 de septiembre del 2023 aprobó el cambio de nombre de la parroquia para diferenciarla de la parroquia del barrio Girardot que tenía también como titular a San Marcos. 

 

El mismo Cardenal sugirió el nombre de San Carlos de Foucauld, en consonancia con la espiritualidad de un santo que vivió entre pobres del desierto del Sahara con el único deseo de testimoniar a Cristo con su vida.

 

Su santo patrono

 

Charles de Foucauld (1858-1916). Sacerdote, ermitaño. Vivió en el desierto entre los pobres el amor radical a Cristo.

Charles Eugene, visconde de Foucauld, nació en la aristocracia, en Estrasburgo (Francia) el 15 de septiembre de 1858. Huérfano a los seis años, su hermana y el son criados por su abuelo. Estudió con los jesuitas en Nancy y Paris (1872-1875).

Entró en la academia militar en 1876. En 1880 fue enviado como oficial a Setif, Argelia. En 1881 fue despedido por mala conducta. Se fue a Evian, Francia. Dos meses más tarde, durante la revuelta de Bon Mama en Oran del Sur, Charles se re-enlista y peleo los ocho meses de la revuelta. Después renunció a su puesto para estudiar árabe y hebreo por 15 meses. Entonces emprendió, en 1883, una expedición por el desierto de Marruecos, hizo mapas de los oasis del país y recibió la medalla de oro de la Sociedad Francesa de Geografía. Exploró Argelia y Túnez desde septiembre del 1885 hasta enero del 1886, cuando regresó a París para trabajar en su libro sobre Marruecos (se publicó en 1888).

En 1886 tuvo una profunda experiencia de conversión. La vida entre los seguidores del Islam le hizo pensar: Esta gente se toma muy en serio su religión. Él, por el contrario, había vivido derrochando dinero y aventurando. Comenzó a rezar: "Señor, si existes, que yo te conozca".  Un amigo lo dirigió al Padre Huvelin. Cuando Charles explicó que no era creyente, el sacerdote simplemente le ordenó confesarse. Charles obedeció y salió del confesionario un hombre nuevo. "Tan pronto como creí que había un Dios, comprendí que no podía hacer otra cosa sino vivir para Él; mi vocación religiosa es del mismo momento que mi fe: Dios es tan grande"

Desde entonces optó por una vida muy sencilla, durmiendo en el piso y orando diariamente, por horas. Fue de peregrino a Tierra Santa (Nov 1888 - Feb 1889). El 16 de enero de 1890 entró con los monjes trapenses del monasterio Notre Dames-des-Neiges y tomóa el nombre Marie-Alberic. En junio se trasladó al monasterio de Akbes, Siria. Desde allí lo enviaron a estudiar a Roma en octubre, 1896. Pero tres meses más tarde salió de los trapenses. Sus pensamientos estaban con los pueblos del África que no conocían a Cristo. Se fue a pie de peregrino a Tierra Santa y después volvió a Francia a prepararse para el sacerdocio. Fue ordenado en Viviers el 9 de junio de 1901. A fines de ese año se fue a vivir a la región de Oran Sur, cerca de Marruecos, para establecer una orden para evangelizar a Marruecos. 

En 1902 comenzó a comprar esclavos para liberarlos. En 1904 se dedicó a la evangelización de los Tauregs, tribu nómada. Tradujo los Evangelios al taureg, y en noviembre de 1908 tradujo poesía taureg al francés. Escribió varios libros sobre los tauregs, en particular una gramática y un diccionario francés-tuareg, tuareg-francés. Los bereberes del desierto le llamaban «marabut». Eventualmente se estableció en el corazón del desierto del Sahara, en Tamanrasset (Hoggar, Argelia).

En marzo del 1909 logró fundar la Unión de Hermanos y Hermanas del Sagrado Corazón para evangelizar las colonias francesas de África.

El 1 de diciembre de 1916, a la edad de 58 años, Charles de Foucauld muere por un disparo de fusil en medio de una revuelta anti-francesa de los bereberes de Hoggar. Muere víctima de los que decían que su bondad producía sentimientos amistosos hacia los franceses.

Diez congregaciones religiosas y ocho asociaciones de vida espiritual han surgido de su testimonio y carisma. En 1933 y 1939, respectivamente, se formaron en Argelia Los Hermanitos de Jesús y Las Hermanitas de Jesús las Hermanitas de Jesús, ambos inspirados por el ejemplo y las enseñanzas de Charles De Foucauld. Los miembros viven en pequeñas comunidades llamadas fraternidades, en áreas de pobreza. Se mantienen haciendo el mismo trabajo que sus vecinos.  Otras asociaciones: Las Hermanitas del Sagrado Corazón, las Hermanitas del Evangelio, las Hermanitas de Nazaret, los Hermanitos del Evangelio y la Fraternidad Jesús Caritas, o La Fraternidad Charles de Foucauld. 
*Fuente: Libro de Jean-Jacques Antier, Charles De Foucauld, Ignatius Press y otras (Citado por: corazones.org).

A continuación el padre Paulo Andrés González amplía detalles del proceso pastoral y proyección de la obra del templo parroquial:

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